LA ENTREVISTA DEL MES. Rafael Arbide, fotografía y magia en Sevilla


Hoy os presento la primera entrevista de este blog, una sección en la que intentaré mes a mes traeros a personajes interesantes.
Para empezar he pensado que en un blog de moda el mejor comienzo era entrevistar a un fotógrafo y profesor de modelos, y por eso he entrevistado a un gran profesional y amigo.

A Rafael Arbide yo lo llamo ha sabido captar el alma de muchos rostros conocidos. Es un hombre extrovertido con un toque de fresca locura, creador de imagen y visionario tras el objetivo de una cámara. Madrileño de nacimiento se trasladó a Sevilla a los tres añitos para vivir a caballo entre Triana y los Remedios.

Ha sido profesor de fotografía de la agencia dobleerre durante ocho años, sin embargo tuvo que pasar por la Ingeniería Informática para darse cuenta de que lo suyo era la cámara, y que su poder reside en capturar imágenes que inmortalizan cualquier momento insignificante agrandando su esencia.
 


 


Aquí os dejo la entrevista.
 
-¿Cómo te definirías?

-Empezamos con una pregunta difícil.

Quizás podría decirse que soy un generalista, hago un poco de todo y no me especializo en nada. Soy de la opinión de que los que hacemos fotos mostramos lo que hay, desde nuestro punto de vista, pero si no hay... hay que seguir buscando. Por tanto tal vez se me pueda tachar de inconformista.

Soy cercano, necesito estar cerca de lo que fotografío y quiero ser diferente. Creo que nunca deben copiarse ideas, pero sí aprender nuevas técnicas, ya sea por iniciativa propia o de los grandes maestros de esta profesión.




-¿Y tú estilo? ¿Qué ves a través de la cámara?

-Mi estilo es muy mío, no sé si es bueno o malo pero... es el mío.

No me importa perder detalle, no me importa que haya movimiento o que la foto esté movida, la foto tiene que llamar la atención y luego contar lo que tú quieres contar, y si puedes... dejar a la gente con gana de más. Me encanta el blanco y negro.

A través de la cámara veo...algo diferente, es como si te metieses dentro de una caja, dejases de existir para el mundo, y pudieses volar entre personas y objetos, capturando imágenes que sabes nadie más va a volver a ver. Y cuando veo algo que me interesa, que me impacta, aprieto el botón (así de simple), luego medito unas décimas de segundo sobre si lo que he capturado era lo que yo quería y si es suficiente.

Ahora quiero también fotografía construida, algo que requiere mucho tiempo.
 

-¿Qué significan para ti los términos luz y color?

-Luz lo es todo, es necesaria, en mayor o menor medida, muchas veces incomprensible y caprichosa. Es el vehículo que trasporta la información de lo que hay allí, nos ayuda a enseñar y a esconder.

El color muchas veces implica ruido dentro de la imagen, genera sentimientos, actitudes, deforma la realidad, o a lo mejor es la realidad en sí misma. Desde luego, bien utilizado, no necesita ni tan siquiera de las formas para llamar la atención y generar un sentimiento.



-Háblame de tu trabajo en la Escuela de modelos dobleerre.

-Inicialmente participé en la realización de las prácticas de las futuras modelos, para posteriormente entrar de lleno en la formación dando clase de pose fotográfica desde un punto de vista muy práctico. Los objetivos han sido perder la vergüenza ante las cámaras y llamar la atención para luego dirigirla al producto que se vende.

Me ha permitido participar de la educación de lo que va a ser nuestro futuro, reforzando las ideas de responsabilidad y profesionalidad, de saber estar, de respeto por tu propio trabajo y por el de los demás.

Y he recibido el mejor pago que se puede recibir, el cariño y respeto de alumnos y padres.

Ha sido una etapa en mi vida muy importante y se lo agradezco a Raquel Revuelta y a su adorable prima Marta, y por su puesto a todo el equipo de la escuela y la agencia, por haberlo hecho posible.

 

-De todas las mujeres a las que has fotografiado, ¿hay alguna en especial que te haya llamado la atención por algún motivo?

-Sí, un par de ellas, pero prefiero no decir nombres. Me han hecho emocionarme durante la sesión de fotos, las ves ahí, posando, ejecutando su papel a la perfección, todo un arte, como si de un ballet se tratase, como si te cantasen una canción al oído, sólo para ti.




-¿A quién te gustaría fotografiar en un futuro?

-A la gente sencilla, a los mayores, a la gente de mundo, a los trabajadores natos, a los soñadores, a los locos, en definitiva, a todo aquel que no se cree simplemente que lo es y además lo refleja en su rostro.


-Y, para terminar, ¿Qué proyectos tiene actualmente Rafael Arbide?
 
-Siembra y cooperación en cualquiera de las facetas en las que trabajo. Se ha acabado la cultura del pelotazo y los patrocinios, ahora toca sobrevivir a esta situación incómoda en la que “nuestros poderes"  nos han sumido, y pensar en un futuro lejano en todos los sentidos, tanto desde el punto de vista temporal como en relación con la distancia.


Tenemos que poner lo mejor de cada uno de nosotros, aunar esfuerzos, formar a quienes van a luchar a partir de ahora para tratar de subsistir todos nosotros y nuestra cultura.
 
 

 



 
 
 

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