ESTRENANDO HABITACIÓN ZAPATERO
Hoy os enseño orgullosa la obra de arte de mi marido, porque para mí
desde luego lo es. En sus ratos libres ha transformado una terracita exterior
anexa a nuestra habitación en un zapatero para mí solita.
Supongo que como os pasará a casi todas, ya no sabía dónde meter
zapatos, y esta habitación de uso exclusivo para los que más me pongo, además
de para mis bolsos y cinturones es un “gustazo”.
Ha hecho de albañil, pintor y carpintero sin serlo, es todo un manitas.
Los acabados no se pueden apreciar, pero os aseguro que son de lo más
minuciosos. Ha levantado paredes, echado techos, incorporada una reja y una
ventana, pintado todo de blanco para darle amplitud, y colocado una tarima de
madera color vengué. Después como las medidas no eran uniformes, ha comprado
repisas estándares y las ha ido recortando adaptándolas al hueco de la escalera
por un lado y a la ventana y estrecheces del otro.
Mi duda era cómo organizarlos, al
final la mejor opción me pareció ordenar los zapatos por colores y aprovechar los casilleros más
estrechos para algunos bolsos. Como también necesitaba dónde colgar muchos de
mis cinturones, me ha montado un cordón de acero estrecho especial para perchas
pequeñas. Los que pueden enrollarse los sigo teniendo en el cajón con casillero
especial que me hizo el carpintero en mi armario.
¡Gracias marido mío, eres un sol!
No escribo más y os lo enseño en tres fases. No salen todos los zapatos bolsos y cinturones, pues había ángulos desde los que no podía hacer fotos, pero espero que os guste.
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