REFLEXIONES. 400 PALABRAS una ficción


La editorial LETRADEPALO acaba de publicar el libro de relatos  seleccionados de su primer concurso de microrrelatos en el que yo participé. El título: 400 PALABRAS una ficción.

En agosto, durante mis vacaciones, vi el concurso en Internet  y se me ocurrió redactar y mandar uno. Me hace ilusión que aunque no ha sido ganador si seleccionado para publicarlo.

Esto tiene ningún fin lucrativo para mí, porque he cedido los derechos gratuitamente. Como  han estado colgados varios meses en la página de la editorial y los ha podido leer todo el mundo y además ven el contrato ponía claramente  “de forma no exclusiva”, espero que no exista ningún problema con pasaros el mío para que me deis vuestra opinión.

Si queréis adquirir el libro para leer todos los demás que son muchos y  muy buenos, entrad en la tienda de LETRADEPALO o mandadme un mensaje al Facebook del blog y os diré como conseguirlo. El precio es 11,95€. Yo lógicamente pienso comprarme uno, me encanta leer.

El título del mío es “demonios dormidos” y  dice así:

Entre la vigilia y el sueño existe un fino mundo donde se encuentran nuestros demonios dormidos. Susurrantes sobre la aterciopelada luz de las sombras, esperan impasibles a que bajemos la guardia para atacar. El tiempo va curando paciente las grietas de los corazones heridos, aunque siempre queda un daño imperceptible, una fisura permeable por donde entrar.
Los humanos somos como montañas rusas emocionales; al subir nos fortalecemos y superamos cualquier miedo, sin embargo al bajar (porque en algún momento bajamos) la vida se vuele gris y la tristeza se apodera de nosotros.
Cuando la añoranza de tiempos pasados o los horrores inconfesables nos invaden en cascada, los sentimientos se desbordan y nos volvemos vulnerables.
¡Oh, cuán inconsciente es nuestra naturaleza, que permite que esos demonios dormidos despierten el dolor desterrado por un tiempo al olvido! Sigilosos se adentran debilitándonos, hundiéndonos, angustiándonos, desanimándonos, corroyendo por dentro aquella muralla de valor construida tiempo atrás, voluntariosa y deseosa de cambio.

Pero, cuando todo parece conseguido, nuestra humanidad nos traiciona buscando entre tinieblas aquello que siempre debió seguir dormido. Esta irreparable naturaleza que se torna inconformista revive una y otra vez aquellas intangibles historias que no fuimos capaces de superar.



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