PROTOCOLO. Claves en un restaurante


Salir a  comer o cenar a un restaurante es algo habitual y agradable en muchas culturas, sin embargo, a veces la velada puede estropearse por situaciones que podríamos controlar.
Además de seguir unas normas básicas de comportamiento, también es ideal conocer algunos trucos.  Aquí os dejo unas pautas:
·         Evitad estar más pendiente del móvil que de las personas sentadas con vosotros durante la comida, pues es de malísima educación y bastante común habitualmente. Lo correcto es disfrutar de la comida y de vuestros compañeros. Intenta desconectar de llamadas, mensajes, whatsapp, tweeds, etc.
·        Informar  de forma educada al camarero de cualquier fallo en vuestro plato. Casi siempre se cae en el error de aguantar y dejarlo pasar, sobre todo en los  restaurantes caros, cuando debería ser al contrario. Además, si no lo comunicáis os pasaréis toda la noche dándole vueltas e incómodos por lo sucedido y no haberos atrevido a solucionarlo, lo que influirá en los demás comensales de forma negativa.
·        ¡No pidáis  pescado un lunes! Que en los supermercados y grandes almacenes lo vendan este día de la semana, no quiere decir que sea fresco. Los domingos no se captura pescado, por lo tanto el que os presenten el lunes, será congelado o de hace varios días.
·        ¡Cuidado con las carnes muy hechas! En los restaurantes según las confesiones de algunos Chefs, destinan los peores trozos de carne para aquellos que la piden muy hechas, pues es más fácil de camuflarlas que las más crudas.
·        Lo ideal es elegir platos que incluyan productos de temporada, porque aunque actualmente tengamos frutas y verduras durante todo el año, el sabor varía mucho. Por ejemplo, una naranja estará muchísimo más rica en diciembre que en agosto.
·                    Si no os gusta algún ingrediente de lo que lleva un plato, es aconsejable pedir otro antes de solicitarle al camarero que le quite algún ingrediente, pues posiblemente destruya el equilibrio del sabor. Dos inconvenientes añadidos serían hacer esperar  a los demás comensales mientras os decidís o incluso molestar al chef pueda con vuestra petición.
·        Nada de salir a fumar. Es de malísima educación, pues interrumpe la comida y la conversación. Es por puro respeto a los demás.
 Para los desesperadas/os que no puedan o quieran aguantar, al menos si salís, hacedlo eligiendo en un momento donde no interrumpáis el ritmo de la comanda o del servicio.
·        Revisad la cuenta. No creáis que mirar la cuenta es ninguna vulgaridad, por el contrario, es totalmente correcto y aconsejable. Lógicamente no os pongáis a sumarla, sólo revisar que os han cobrado lo pedido.
Un buen restaurante no debe intentar cobraros de más, pero en pleno ajetreo, el camarero puede equivocarse perfectamente, y casi siempre lo hace para cobrar de más, nunca de menos. Después os sentiréis fatal y como tontos si no lo evitáis.

El verano es una época ideal para salir. Aprovechadlo.

¡Feliz tarde!



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