¿CÓMO INFLUYE NUESTRO PERFUME EN LOS DEMÁS? En busca de la elección perfecta
Hoy lo primero es deciros: ¡FELIZ NAVIDAD!
En estas maravillosas fiestas familiares, a veces nos debatimos en la incertidumbre de: ¿qué regalar? Una de las opciones más comunes suelen ser los perfumes, pero, ¿realmente sabemos
si estamos acertando?
Lógicamente deberemos seguir pautas diferentes para la elección en función de a quién vaya dirigido, además
de tener en cuenta qué pretendemos que aporte al destinatario.
Los humanos estamos muy influenciados por el olor, un factor enmascarado en otros aspectos
visiblemente más perceptibles como la indumentaria o el peinado, sin embargo,
como curiosidad os diré que recordamos el 35% de lo que olemos,
frente al 5% de lo que vemos.
Otro día os hablaré del interesante mundo del marketing olfativo, y de cómo las marcas más poderosas pagan ingentes
cantidades de dinero por el diseño de un olor corporativo que
traduzca a fragancias la identidad de una empresa.
Pero hoy os planteo: ¿Hasta qué punto puede influirnos el perfume? Sin exageraros, os
diré que una fragancia es capaz de cambiar
nuestro estado de ánimo o incluso conseguir
que unas personas nos atraigan más que otras. Visto así, da un poco de miedo, aunque mi
pretensión con este post es otra muy diferente, pues como cualquier arma,
dependiendo de las manos que la porten variará su utilidad.
Aquí os dejo una selección
para ayudaros a elegir la fragancia más
adecuada según vuestras intenciones:
Ámbar: Tiene propiedades
afrodisíacas.
Albahaca: Tonifica y
estimula el organismo.
Bergamota: Es capaz de
aplacar la ansiedad, aliviar el estrés y dar seguridad (suele incluirse en la
composición de muchas colonias de bebé).
Limón: Contribuye a
tener reflejos rápidos y precisos.
Jazmín: Proporciona
sensación de seguridad, aporta autoridad a quien lo lleva y transmite audacia.
Lavanda: El tranquilizante
por antonomasia. Ayuda a regular el
sistema nervioso. También muy utilizada en productos de gama infantil.
Lirio de los valles: Estimula y da
viveza mental.
Narciso: Despierta las
mentes perezosas y contribuyen a una mayor agudeza mental.
Naranja, mandarina y pomelo: Son tres
aromas que confieren alegría y desarrollan la capacidad de comunicación.
Patchouli: Ayuda a la
extroversión y la seguridad.
Rosa: Ideal para calmar
el mal humor. Imprime misterio a quien lo lleva.
Sándalo: Confiere
seguridad. Es afrodisíaco y ayuda a calmar la ansiedad.
Nardo: Aporta
sensualidad. Facilita el contacto entre personas, ayuda a desarrollar la
intuición y la diplomacia.
Verbena: Despierta la
simpatía y calma los nervios.
Ylang-ylang: Alegra los
corazones y facilita el buen humor.
Espero que esta información os facilite la complicada
tarea de las compras de regalos navideños y de Reyes.
Os deseo que paséis un maravilloso Día de Navidad. ¡Un
beso enorme!
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